Mujeres al frente de la revolución del mezcal: impacto económico en la clase trabajadora poblana

El mezcal, la bebida alcohólica derivada de la planta del agave, está viviendo un renacimiento y, a la vanguardia de esta transformación, están las mujeres, que están redefiniendo la industria de maneras que prometen no solo crecimiento económico, sino también cambio social. En una entrevista con El Economista, Edna Viveros, presidenta de Hijas de Maguey, un colectivo de mujeres de la industria del agave de Puebla, destacó cómo estas productoras están redefiniendo sus roles en un sector tradicionalmente dominado por los hombres.

Viveros explicó que las mujeres son parte integral de todo el proceso de producción del mezcal, desde el cultivo del agave en los campos hasta la operación de las destilerías. Sus contribuciones van más allá de mantener las prácticas de producción artesanal; también están innovando en la comercialización y promoción de sus marcas tanto a nivel local como internacional. Como señaló Viveros, mezcales como Agavesos, Amantes y Amados y Máxima han recibido prestigiosos galardones, incluidas medallas de oro y gran oro en competencias internacionales. Estos reconocimientos no sólo validan sus esfuerzos, sino que también elevan el perfil del mezcal de Puebla en el mercado global.

La participación de las mujeres en la industria del mezcal puede tener implicaciones económicas de largo alcance para la región y sus comunidades de clase trabajadora. Tradicionalmente, la producción de mezcal ha sido un campo dominado por los hombres, pero el surgimiento de productoras mujeres señala un cambio hacia prácticas más inclusivas. Este cambio puede generar mayores oportunidades económicas para las mujeres, permitiéndoles obtener independencia financiera y contribuir a sus familias y comunidades de maneras significativas.

Viveros representa un colectivo de 63 mujeres que participan en varios aspectos de la cadena de suministro del mezcal, enfatizando que su éxito se basa en la hermandad y la colaboración. Este enfoque colectivo no sólo fortalece sus negocios, sino que también fomenta un sentido de comunidad, donde las mujeres se apoyan entre sí para enfrentar los desafíos de una industria competitiva. Las colaboraciones entre productoras, como las que están detrás de los mezcales Coatepec, Mi Ofrenda y Tesoro de Atlapulco, ilustran el poder de la unidad para enfrentar los desafíos de la industria y, al mismo tiempo, preservar el patrimonio cultural de Puebla.

El impacto económico de este movimiento liderado por mujeres en el sector del mezcal podría ser transformador. A medida que más mujeres asuman roles de liderazgo en la producción y comercialización, la economía local se beneficiará de un aumento en las ventas y el reconocimiento internacional. Esto puede conducir a la creación de empleo, no solo dentro de la industria del mezcal, sino también en sectores auxiliares como el turismo y la hospitalidad, a medida que aumenta el interés en los licores artesanales auténticos.

Además, el aumento de la participación de las mujeres en la producción de mezcal promueve la equidad de género, empoderando a más mujeres para que ingresen a la fuerza laboral y sigan carreras en la agricultura, los negocios y el emprendimiento. Este empoderamiento puede contribuir a un cambio social más amplio, mejorando las vidas de las familias y comunidades de clase trabajadora en Puebla. A medida que las mujeres ganan independencia financiera, es probable que inviertan en la educación, la salud y el bienestar general de sus hijos, creando un efecto dominó positivo en toda la comunidad.

En conclusión, el papel cambiante de las mujeres en la industria del mezcal representa un cambio económico y social significativo en Puebla. Al promover las prácticas artesanales y fomentar la colaboración, estas mujeres no solo están redefiniendo el sector del mezcal, sino que también están sentando las bases para un futuro más equitativo y próspero para las familias de clase trabajadora de la región. A medida que continúan innovando y elevando su oficio, es probable que el impacto de sus esfuerzos resuene mucho más allá de los campos de agave y las destilerías, y defina el panorama económico de Puebla en los próximos años.