Implicaciones económicas de excluir a México del T-MEC: una perspectiva Canadá-Estados Unidos

La relación económica entre Canadá, Estados Unidos y México se ha sustentado durante mucho tiempo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su sucesor, el Tratado Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC). El T-MEC, que entró en vigor en 2020, ha consolidado el marco comercial trilateral que vincula a estos tres países. Sin embargo, las recientes declaraciones de Doug Ford, primer ministro de Ontario, en las que sugirió que México podría quedar excluido del acuerdo por cuestiones arancelarias relacionadas con los productos chinos, han provocado una respuesta significativa. Marcelo Ebrard, secretario de Economía de México, rápidamente advirtió contra la idea, argumentando que sacar a México del T-MEC tendría consecuencias negativas no solo para México, sino también para Canadá y Estados Unidos.

La ventaja comercial trilateral

En el centro del debate está la interdependencia económica que existe entre Canadá, Estados Unidos y México. Como señaló Ebrard, el gran tamaño de la economía estadounidense hace que sea beneficioso para Canadá y México mantener una relación trilateral. El T-MEC, con su enfoque integral del comercio y la inversión, ha creado un mercado estrechamente integrado que promueve la cooperación, reduce las barreras comerciales y mejora la eficiencia de la cadena de suministro. Excluir a uno de los tres socios probablemente alteraría este equilibrio, lo que causaría repercusiones económicas significativas.

Los vínculos económicos de Canadá con México

Para Canadá, México representa un socio comercial importante. Si bien Estados Unidos sigue siendo el mayor socio comercial de Canadá, México es el segundo más grande en América Latina. En 2022, el comercio bilateral entre Canadá y México superó los 50 mil millones de dólares. La relación comercial de Canadá con México es particularmente significativa en sectores como la fabricación de automóviles, la agricultura y la energía. Muchas empresas canadienses, incluidas las de Ontario, tienen operaciones importantes en México, donde se benefician de los costos laborales competitivos del país y su ubicación estratégica como puerta de entrada a los mercados latinoamericanos.

Si se eliminara a México del T-MEC, las empresas canadienses que dependen de los aranceles preferenciales y las barreras comerciales reducidas del acuerdo enfrentarían mayores costos y cadenas de suministro potencialmente interrumpidas. Las empresas canadienses con operaciones en México, como el gigante energético TransCanada, podrían encontrarse en desventaja, obligadas a navegar por marcos regulatorios más complejos y aranceles más altos. Esto podría erosionar la ventaja económica de Canadá en sectores donde la cooperación transfronteriza con México ha sido clave.

El impacto en las relaciones entre Estados Unidos y Canadá

Desde la perspectiva estadounidense, el T-MEC también ha sido diseñado para apoyar sus intereses en un mercado norteamericano altamente integrado. Por ejemplo, los fabricantes estadounidenses se benefician del acceso a la producción de bajo costo en México, mientras que las empresas canadienses también capitalizan la cadena de suministro integrada en los tres países. La idea de un acuerdo comercial exclusivo entre Estados Unidos y Canadá, como propone Ford, podría limitar potencialmente el alcance del comercio entre Canadá y Estados Unidos, así como restringir el acceso al mercado para las empresas canadienses que operan en México.

Además, eliminar a México de la ecuación podría generar una mayor fragmentación económica. Mientras Estados Unidos busca abordar los desafíos que plantea China, en particular los relacionados con los desequilibrios comerciales y los aranceles, excluir a México del T-MEC socavaría la influencia colectiva que tiene América del Norte en las negociaciones comerciales globales. Una América del Norte fragmentada sería menos competitiva en el escenario global, en particular en sectores como la tecnología, la automoción y la agricultura.

Posición económica de México e impacto regional

Para México, quedar excluido del T-MEC sería un duro golpe, que podría limitar su acceso a los mercados de Estados Unidos y Canadá. Dado el estatus de Estados Unidos como el principal socio comercial de México, con más del 75% de las exportaciones mexicanas fluyendo hacia el norte, cualquier interrupción en las relaciones comerciales tendría efectos dominó en toda la economía mexicana. Además, las empresas estadounidenses y canadienses que operan en México probablemente reconsiderarían sus estrategias de inversión, lo que podría perjudicar las perspectivas de crecimiento económico de México.

La eliminación de México del T-MEC también podría conducir a un cambio en los patrones comerciales, ya que las empresas mexicanas podrían buscar mercados alternativos, incluida potencialmente China. Este cambio podría reducir la influencia de Canadá y Estados Unidos en México, lo que podría tener consecuencias estratégicas a largo plazo. Por ejemplo, China ha estado expandiendo agresivamente su influencia en América Latina, y cualquier desestabilización de las relaciones comerciales en América del Norte podría beneficiarla, dándole más margen para afirmar su presencia económica en la región.

Los beneficios de un mercado norteamericano unificado

La declaración de Ebrard subraya las ventajas de mantener un mercado norteamericano unificado. El T-MEC ha facilitado una integración económica más profunda, alentando a las empresas canadienses y estadounidenses a establecer operaciones en México, beneficiándose así de una mano de obra más barata y términos comerciales favorables. Este modelo de mercado integrado ha sido particularmente importante en sectores como la industria automotriz, donde las cadenas de suministro se extienden a través de las fronteras. Por ejemplo, un acuerdo comercial exclusivo entre Estados Unidos y Canadá no solo interrumpiría estas cadenas de suministro, sino que también podría generar mayores costos de producción, afectando todo, desde los precios de los vehículos hasta la disponibilidad de componentes críticos.

La importancia del T-MEC para las empresas canadienses con operaciones en México no se puede subestimar. Como señaló Ebrard, las empresas canadienses como TransCanada probablemente se resistirían a cualquier esfuerzo por cortar los lazos comerciales entre Canadá y México. Estas empresas dependen del libre flujo de bienes y servicios entre los tres países para seguir siendo competitivas. Una medida unilateral para excluir a México podría hacer que las empresas canadienses se enfrenten a costos más altos, así como a un entorno comercial menos eficiente y menos predecible.

Conclusión: argumentos a favor de mantener el marco trilateral del T-MEC

La advertencia de Marcelo Ebrard de que excluir a México del T-MEC sería perjudicial tanto para Canadá como para Estados Unidos se basa en realidades económicas. Los beneficios de un mercado norteamericano unificado son claros: cadenas de suministro integradas, mayor competitividad y mayor influencia regional en el comercio global. Para Canadá, mantener fuertes vínculos con Estados Unidos y México en el marco del T-MEC es crucial para su crecimiento económico, en particular en sectores clave como la manufactura, la agricultura y la energía. Alterar este marco no solo perjudicaría a las empresas canadienses, sino que también podría disminuir la fuerza colectiva de América del Norte en el mercado global.

A la luz de esto, es claro que los costos económicos de excluir a México del T-MEC superarían con creces los beneficios percibidos. Una América del Norte unida, con los tres países trabajando juntos en el marco del T-MEC, sigue siendo la opción más ventajosa tanto para Canadá como para Estados Unidos mientras navegan por las complejidades de una economía global que cambia rápidamente.